Pinar de Pigmalion

En Madrid

Historia

 

En la mitología griega, Pigmalión fue un rey de Chipre, sacerdote y escultor.

 

Pigmalión buscó durante muchísimo tiempo a una mujer con la que casarse. Pero, con una condición: debía ser la mujer perfecta. Frustrado en su búsqueda, decidió no casarse y dedicar su tiempo a crear esculturas preciosas para compensar. Una de ellas, Galatea, era tan bonita que Pigmalión se enamoró de ella.

 

Mediante la intervención de Afrodita, Pigmalión soñó

que Galatea cobraba vida. En el mito Las metamorfosis,

de Ovidio, se relata así: Pigmalión se dirigió a la estatua

y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el

marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía

a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto

se ablanda a los rayos del Sol y se deja manejar con los

dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y

blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un

gran gozo mezclado de temor, creyendo que se

engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez y se

cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas

daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos.

 

Al despertar, Pigmalión se encontró con Afrodita, quién,

conmovida por el deseo del rey, le dijo "mereces la

felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí

tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del

mal". Y así fue como Galatea se convirtió en humana.

 

Esta historia mitológica da pie al efecto Pigmalión.

 

Ilustración erótica de Thomas Rowlandson: The Modern Pygmalion

Pintura representando a Pigmalión,  de Bronzino (1530)